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Filipenses 2:3 - Biblia Nacar-Colunga

3 No hagáis nada por espíritu de competencia, nada por vanagloria; antes, llevados de la humildad, teneos unos a otros por superiores,'

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Biblia Reina Valera 1960

3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Nada hagáis por rivalidad ni por vanagloria, sino con humildad, considerándoos los unos a los otros como superiores a vosotros mismos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Nada hagáis por rivalidad ni por vanagloria, sino más bien con humildad. Que cada cual considere que los otros le son superiores

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Filipenses 2:3
24 Перекрёстные ссылки  

amándoos los unos a los otros con amor fraternal, honrándoos a porfía unos a otros.


No seamos codiciosos de la gloria vana provocándonos y envidiándonos unos a otros.


Someteos los unos a los otros en el temor de Cristo.


con toda humildad, mansedumbre y longanimidad, soportándoos los unos a los otros con caridad,


Igualmente vosotros, los jóvenes, vivid sumisos a los presbíteros, y todos ceñidos de humildad en el trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, y a los humildes da su gracia.


Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones,


Pero si mutuamente os mordéis y os devoráis, mirad que acabaréis por consumiros unos a otros.


es un orgulloso que nada sabe, que desvaría en disputas y vanidades, de donde nacen envidias, contiendas, blasfemias, suspicacias,


Os digo que bajó éste justificado a su casa, y no aquél. Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.


La soberbia sólo ocasiona contiendas, pero es sabio quien toma consejo.


Pero ahora deponed también todas estas cosas: ira, indignación, maldad, maledicencia y torpe lenguaje.


Pues temo que cuando vaya no os halle cual querría y no me halléis vosotros cual querríais; temo que haya contiendas, envidias, iras, ambiciones, detracciones, murmuraciones, hinchazones, sedicio-es;'


porque sois todavía carnales. Si, pues, hay entre vosotros envidias y discordias, ¿no prueba esto que sois carnales y vivís a lo humano?


Porque yo soy el menor de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la Iglesia de Dios.


Andemos decentemente, y como de día, no viviendo en comilonas y borracheras, no en amancebamiento y libertinaje, no en querellas y envidias,


pero a los contumaces, rebeldes a la verdad, que obedecen a la injusticia, ira e indignación.


Vosotros, pues, como elegidos de Dios, santos amados, revestios de entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, longanimidad,


Finalmente, todos tengan un mismo sentir, sean compasivos, fraternales, misericordiosos, humildes,


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