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Daniel 6:18 - Biblia Nacar-Colunga

18 (19) Fuese luego el rey a su palacio, y se acostó ayuno; no se tocaron ante él instrumentos de música y huyó de sus ojos el sueño.'

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Biblia Reina Valera 1960

18 Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Luego el rey regresó al palacio y pasó la noche en ayuno. Rechazó sus entretenimientos habituales y no pudo dormir en toda la noche.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 El rey entró en su palacio, ayunó toda la noche y no quiso acostarse con sus concubinas; no pudo dormir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y se retiró el rey a su palacio y pasó la noche en ayuno, sin hacer venir concubinas a su presencia, y el sueño huyó de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Trajeron después una piedra y la pusieron a la entrada del foso. El rey la selló con su anillo y con el anillo de sus magnates para que no se cambiara lo establecido con respecto a Daniel.

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Daniel 6:18
16 Перекрёстные ссылки  

El año doce del reinado de Nabucodonosor tuvo éste un sueño y turbóse en su espíritu, sin que pudiera dormir.


Aquella noche, no pudiendo el rey conciliar bien el sueño, hizo que le llevaran el libro de los anales, las crónicas; y leyéndolas ante el rey,'


Me acuerdo de Dios y gimo; medito, y languidece mi espíritu. Selah.'


Nunca más se oirá en ella la voz de los citaristas, de los músicos, de los flautistas y de los trompeteros, ni artesanos de ningún arte será hallado jamás en ti, y la voz de la muela no se oirá ya más en ti,


Amontoné plata y oro, tesoros de reyes y provincias. Híceme con cantores y cantoras, y cuanto es deleite del hombre, princesas sin número.


De los sauces que hay en medio de ella, colgábamos nuestras cítaras.


Cantan al son de adufes y cítaras y se divierten al son de la flauta.


Cuando hubo oído Ajab las palabras de Elías, rasgó sus vestiduras, se vistió de saco y ayunó; dormía con saco y caminaba humillado,'


Y dijo a Semeí: “No morirás”; y se lo juró el rey.'


(20) Levantóse, pues, muy de mañana y se fue apresuradamente al foso,


No comí manjar delicado ni entró carne ni vino en mi boca, ni me ungí, hasta que no pasaron las tres semanas.


Sade. — Han hundido mi vida en una fosa, arrojando piedras sobre mí.


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