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Apocalipsis 21:23 - Biblia Nacar-Colunga

23 La ciudad no había menester de sol ni de luna que la iluminasen, porque la gloria de Dios la iluminaba y su lumbrera era el Cordero.

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, porque la gloria de Dios ilumina la ciudad, y el Cordero es su luz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 La ciudad no necesita luz del sol ni de la luna, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y la ciudad no tiene necesidad del sol ni de la luna para que la iluminen,° porque la gloria de Dios la iluminó,° y el Cordero es su lumbrera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 La ciudad no necesita del sol ni de la luna para que la iluminen, porque la ilumina la gloria de Dios y su lámpara es el Cordero.

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Apocalipsis 21:23
25 Перекрёстные ссылки  

No habrá ya noche, ni tendrá necesidad de luz de antorcha, ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos.


Su brillo era semejante a la piedra más preciosa, como la piedra de jaspe pulimentada.


Era la luz verdadera, (luz) que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre.


Y la luna se sonrojará, y avergonzaráse el sol, porque Yahvé de los ejércitos reinará en el monte de Sión y en Jerusalén y (resplandecerá) su gloria ante sus ancianos.


Después de estas cosas vi otro ángel que bajaba del cielo con gran poder, a cuya claridad quedó la tierra iluminada.


luz para iluminación de las gentes, y gloria de tu pueblo, Israel.


Sus puertas no se cerrarán de día, pues noche allí no habrá,


Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre, que le envió.


A Dios nadie le vio jamás; Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, ése nos le ha dado a conocer.'


Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.


En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.


Llega Dios de Teman, y el Santo del monte Farán. (Selah), u majestad cubre los cielos, y la tierra se llena de su gloria.


Como yo no veía a causa de la claridad de aquella luz, conducido por los que me acompañaban entré en Damasco.


Porque, si alguien se avergonzare de mí y de mis palabras ante esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.


Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras.


Padre, lo que tú me has dado, quiero que donde esté Yo estén ellos también conmigo, para que vean mi gloria, que tú me has dado, porque me amaste antes de la creación del mundo.


para meterse en las hendiduras de las rocas y en las anfractuosidades de las peñas, ante la presencia aterradora de Yahvé y el fulgor de su majestad, cuando surja a castigar la tierra.


Meteos en los escondrijos de las rocas, escondeos en el polvo, ante la presencia aterradora de Yahvé, ante el fulgor de su majestad, cuando venga a castigar la tierra.


Meteos en los escondrijos de las peñas, escondeos en el polvo, ante la presencia aterradora de Yahvé, ante el fulgor de su majestad (cuando venga a castigar la tierra).


porque más que mil vale un día en tus atrios, y prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios a morar en las tiendas del impío.


Y será entonces la luz de la luna como la luz del sol, y la luz del sol siete veces (mayor), como la luz de siete días, el día en que Yahvé vendará la herida de su pueblo y sanará la llaga de sus azotes.


Vi en medio del trono y de los cuatro vivientes, y en medio de los ancianos, un Cordero, que estaba en pie como degollado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios, enviados a toda la tierra.


porque el Cordero, que está en medio del trono, los apacentará y los guiará a las fuentes de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos.


Estos son los que no se mancharon con mujeres y son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos fueron rescatados de entre los hombres, como primicias para Dios y para el Cordero,


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