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Abdías 1:18 - Biblia Nacar-Colunga

18 La casa de Jacob será el fuego, la casa de José será la llama y la casa de Esaú será la paja. La encenderán aquéllos y los devorarán, y no quedará superviviente de la casa de Esaú, porque Yahvé ha hablado.

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Biblia Reina Valera 1960

18 La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 El pueblo de Israel será un fuego violento, y Edom, un campo de hierba seca. Los descendientes de José serán una llama que rugirá a través del campo, devorándolo todo. No quedará nadie con vida en Edom. ¡Yo, el Señor, he hablado!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 El pueblo de Jacob será un fuego, el de José una llama, mientras la gente de Esaú será la paja; la quemarán y la devorarán y no quedarán restos de la raza de Esaú, porque Yavé lo ha dicho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 La casa de Jacob será fuego, La casa de José será llama, Y la casa de Esaú será hojarasca que arderá hasta consumirse, Y no quedará nadie de la casa de Esaú, Porque YHVH lo ha dicho.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 La casa de Jacob será un fuego, la casa de José será una llama y la casa de Esaú como estopa: les prenderán fuego y los devorarán. No quedará un superviviente de la casa de Esaú. ¡Es Yahveh quien lo ha dicho!

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Abdías 1:18
23 Перекрёстные ссылки  

Aquel día haré de los jefes de Judá brasero encendido en medio de leña y antorcha ardiendo en medio de las haces, que consumirá a diestro y siniestro a todos los pueblos de en derredor, y Jerusalén será de nuevo habitada en su lugar, en Jerusalén,


Y la luz de Israel se convertirá en fuego, y su Santo en llama, para quemar y devorar en un solo día sus cardos y sus espinas,


(7) Será el resto de Jacob entre las naciones, en medio de numerosos pueblos, como león en medio de las “bestias de la selva, como cachorro de león en medio de rebaño de ovejas, que pasa, pisa y desgarra (la presa), sin que haya quien (se la) arranque.


Diles: Así habla el Señor, Yahvé: He aquí que yo tomaré el báculo de José, que está en manos de Efraím y de las tribus de Israel que le están unidas, y lo pondré sobre el báculo de Judá, haciendo un solo báculo, y será uno solo en mi mano.


Por eso, como la lengua de fuego devora el rastrojo y como se consume en la llama la hierba seca, su raíz se tornará podredumbre, y su flor será arrebatada como el polvo. Porque han rechazado la Ley de Yahvé de los ejércitos y han despreciado la palabra del Santo de Israel.


Si sobre este fundamento uno edifica con oro, plata, piedras preciosas o maderas, heno, paja,


Pues aunque sean corno zarzas enmarañadas y están embebidos en su embriaguez, serán devorados enteramente como paja seca.


Como bebisteis vosotros (mi copa), los de mi monte santo, así beberán siempre todas las gentes. Beberán y sorberán, y serán como si no hubieran sido.


Beben vino en copas y se ungen con el más exquisito óleo, y no sienten preocupación alguna por la ruina de José.


Aborreced el mal y amad el bien y haced justicia en las puertas; quizá Yahvé, Dios de los ejércitos, tenga piedad del resto de José.'


Como ruido de carros sobre las cimas de los montes, como crepitar de las ardientes llamas que devoran la paja, como pueblo robusto en orden de batalla.


Hijo de hombre, toma un palo y escribe en él: “Judá y los hijos de Israel que le están unidos.” Toma luego otro y escribe en él: “José, el báculo de Efraím y de toda la casa de Israel que le está unida.”


Helos aquí como briznas de paja que ha consumido el fuego; no podrán salvar sus vidas del poder de las llamas; brasas, pero no para calentarse a ellas, ni hoguera para sentarse ante ella.'


y de terror desaparecerá su roca, y sus príncipes, espantados, abandonarán la bandera. Así dice Yahvé, que tiene su fuego en Sión, y su horno en Jerusalén.


y le dijo: “Qué mi señor no me impute la iniquidad y olvide las ofensas de su siervo el día en que mi señor salió de Jerusalén. ¡Oh rey! no atiendas a ellas,


Porque la iniquidad se ha encendido como fuego, que devora cardos y zarzas y consume la maleza del bosque, subiendo el humo en remolinos.


Por el furor de Yahvé de los ejércitos se abrasará la tierra y el pueblo será presa del fuego.


Y no quedará superviviente entre ellos, porque yo traeré la desdicha sobre los hombres de Anatot en el año de su castigo.


y exterminaré a cuantos habitan en Asdod y quien empuña el cetro en Ascalón. Volveré mi mano contra Ecrón, y perecerán las reliquias de los filisteos, dice el Señor, Yahvé.


(19) Pues he aquí que llega el día, ardiente como horno, y serán entonces los soberbios y obradores de maldad como paja, y el día que viene le prenderá fuego, dice Yahvé, de suerte que no les quedará ni raíz ni follaje.


El pueblo se dispersó por toda la tierra de Egipto en busca de paja.


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