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2 Samuel 17:23 - Biblia Nacar-Colunga

23 Ajitofel, viendo que no se había seguido su consejo, aparejó su asno, levantóse, se fue a su casa de la ciudad y, después de tomar disposiciones acerca de su casa, se ahorcó, y, muerto, fue sepultado en el sepulcro de su padre.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó y se fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó, y así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Cuando Ahitofel se dio cuenta de que no se había seguido su consejo, ensilló su burro y se fue a su pueblo natal, donde puso sus asuntos en orden y se ahorcó. Murió allí y lo enterraron en la tumba de la familia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Cuando Ajitofel vio que no se había seguido su consejo, ensilló su burro y regresó a la casa que tenía en la ciudad, puso todo en orden en su casa y se ahorcó.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Ahitofel entonces, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó el asno, y subiendo en él, se fue a su casa, a su ciudad; y dispuso su familia, y se ahorcó, y murió, y fue enterrado en el sepulcro de su padre.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Cuando Ajitófel vio que no se había seguido su consejo, aparejó el asno, emprendió el camino y se fue a su casa, a su ciudad; después de disponer de sus cosas, se ahorcó y murió. Fue sepultado en el sepulcro de su padre.

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2 Samuel 17:23
15 Перекрёстные ссылки  

Y, arrojando las monedas de plata en el templo, se retiró, fue y se ahorcó.


Por entonces enfermó de muerte Ezequías, y el profeta Isaías, hijo de Amos, vino a él y le dijo: “Así dice Yahvé: Dispon de tu casa, porque vas a morir y no vivirás más.”


También mandó llamar Absalón a Ajitofel, guilonita, del consejo de David, a su ciudad de Güilo, que estuvo con él mientras hacía sus sacrificios. La conjuración iba creciendo, y llegó a ser grande, pues iban aumentando los secuaces de Absalón.


Pues no hay en su boca sinceridad; su interior no es más que malicia; un sepulcro abierto es su garganta, halagan con sus lenguas.'


Cuando Zimri vio que era tomada la ciudad, se metió en el palacio real y puso fuego a la casa con él dentro, y así murió,


Dieron aviso a David de que Ajitofel estaba entre los conjurados, y dijo David: “Confunde, ¡oh Yahvé! el consejo de Ajitofel.”


La necedad del hombre tuerce sus caminos, y luego le echa la culpa a Yahvé.


La soberbia es heraldo de la ruina, y la altivez de corazón, de la caída.


Encomienda a Yahvé tu destino, y El te sostendrá, pues no permitirá jamás que el justo vacile.


¿No es la desgracia para el inicuo, y el infortunio para los obradores de iniquidad?


Consejo que daba Ajitofel era mirado como si fuera palabra de Yahvé; tal era la confianza que el consejo de Ajitofel inspiraba lo mismo a David que a Absalón.'


Levantóse entonces David con todo el pueblo que con él estaba, y pasaron el Jordán, y al alba no quedaba uno que no hubiera pasado el Jordán.


En aquellos días enfermó Ezequías de enfermedad mortal, y el profeta Isaías, hijo de Amos, fue a verle, y le dijo: Así dice Yahvé: Dispon de tu casa, porque vas a morir, no curarás.


Tal sea la recompensa de Yahvé para los que me acusan y para los que hablan malamente contra mi alma.


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