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2 Reyes 25:9 - Biblia Nacar-Colunga

9 quemó el templo de Yahvé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Quemó la casa de Yavé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y quemó la Casa de YHVH, y el palacio real, y todas las casas de Jerusalem, y también prendió fuego a todas las casas de los nobles.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Incendió el templo de Yahveh, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió también fuego a todas las casas importantes.

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2 Reyes 25:9
30 Перекрёстные ссылки  

yo pondré fuego a Judá, que devorará los palacios de Jerusalén.


Por eso, por vosotros será Sión arada como un campo, y Jerusalén se convertirá en ruinas, y el monte del templo será un breñal.


Salmo de Asaf. ¡Oh Dios! han entrado las gentes en tu heredad, han profanado tu santo recinto y han reducido a Jerusalén a un montón de escombros.


Quemaron la casa de Dios, demolieron las murallas de Jerusalén, dieron al fuego todos sus palacios y destruyeron todos los objetos preciosos.


Y esta casa será una ruina, y cuantos pasen cerca de ella se quedarán pasmados y silbarán. Se dirá: ¿Por qué ha tratado así Yahvé a esta tierra y esta casa?


y puso fuego al templo, y al palacio del rey, y a todas las casas de Jerusalén, quemando principalmente todas las casas grandes,


Pero, aunque destrozarais a todo el ejército caldeo que lucha contra vosotros y no quedasen de él más que algunos heridos, éstos saldrían de sus tiendas y pegarían fuego a esta ciudad.


y volverán los caldeos a combatir esta ciudad, y la tomarán e incendiarán.


He aquí que les daré orden — oráculo de Yahvé — y los haré volver a esta ciudad, y la combatirán y la tomarán y la incendiarán, y haré de las ciudades de Judá un desierto, y no habrá quien las habite.


Zain. — Repudió el Señor su altar, menospreció su santuario y entregó a manos del enemigo los muros de sus palacios. Resonaron los gritos en la casa de Yahvé como en día de fiesta.


Yod. — Echó mano el enemigo de todos sus tesoros, vio penetrar en su santuario a las gentes, a quienes prohibiste penetraran en tu congregación.


Los caldeos prendieron fuego al palacio real y a las otras casas y arrasaron las murallas de Jerusalén.


¿Por qué profetizas en nombre de Yahvé, diciendo: Como Silo será esta casa, y esta ciudad quedará asolada y sin moradores? Y se reunió en torno a Jeremías todo el pueblo que había en la casa de Yahvé.


haré de esta casa en que se invoca mi nombre, en que confiáis vosotros, y de este lugar que di a vosotros y a vuestros padres, lo que hice de Silo;'


Pero, si no me escucháis en lo de santificar el sábado y en lo de no llevar cargas e introducirlas por las puertas de Jerusalén en día de sábado, entonces encenderé yo en sus puertas fuego, que devorará los palacios de Jerusalén y no se apagará”


vinieron unos hombres de Siquem, de Silo y de Samaría, ochenta en número, rasurada la barba, rasgadas las vestiduras e incisas las carnes, que traían en sus manos oblaciones e incienso para ofrecerlos en el templo de Yahvé.


y pegarán fuego a tus casas, y harán en ti justicia a ojos de muchas mujeres, y haré que ceses de fornicar, y no harás ya más regalos.


responderá: Ninguno. El otro le dirá: ¡Calla, que no ha de mentarse el nombre de Yahvé!


Convertiré vuestras ciudades en desiertos, saquearé vuestros santuarios y no aspiraré ya más el suave olor de vuestros perfumes.


y a vosotros os dispersaré yo entre las gentes y os perseguiré con la espada desenvainada en pos de vosotros; vuestra tierra será devastada, y vuestras ciudades quedarán desiertas.'


yo exterminaré a Israel de la tierra que le he dado y echaré lejos de delante de mí esta casa, que he consagrado a mi nombre, e Israel será el sarcasmo y la burla de todos los pueblos.


Pero luego que nuestros padres irritaron al Dios de los cielos, él los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo, que destruyó esta casa y llevó cautivo el pueblo a Babilonia.


(8) ¡Oh Yahvé! no te irrites demasiado, no estés siempre acordándote de la iniquidad. Ve, mira que todos nosotros somos tu pueblo.


Así dice Yahvé, Dios de Israel: Ve a Sedecías, rey de Judá, y dile: Así dice Yahvé: He aquí que voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, que le pegará fuego,


porque el monte de Sión está asolado y por él se pasean las raposas.


y habló Yahvé al hombre vestido de lino y le dijo: Ve por entre las ruedas de debajo de los querubines, y llena tus manos de las brasas encendidas que hay entre los querubines y échalas sobre la ciudad, y él fue a vista mía.


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