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2 Reyes 21:3 - Biblia Nacar-Colunga

3 Reedificó los altos que Ezequías, su padre, había destruido; alzó altares a Baal, levantó una “asera,” como había hecho Ajaz, rey de Israel, y se prosternó ante todo el ejército de los cielos y le sirvió.'

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Biblia Reina Valera 1960

3 Porque volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Reconstruyó los santuarios paganos que su padre Ezequías había destruido. Construyó altares para Baal y levantó un poste dedicado a la diosa Asera, tal como lo había hecho el rey Acab de Israel. También se inclinó ante todos los poderes de los cielos y les rindió culto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Reconstruyó los Altos Lugares que su padre Ezequías había hecho desaparecer. Erigió un altar a Baal e hizo un poste sagrado tal como lo había hecho Ajab, rey de Israel; se postró ante todo el ejército de los Cielos y se puso a servirlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Pues volvió a edificar los lugares altos que su padre Ezequías había destruido, y erigió altares a Baal, e hizo una Asera, tal como había hecho Acab rey de Israel, y se postró ante todo el ejército de los cielos, y los sirvió.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Restauró los lugares altos que su padre, Ezequías, había demolido; erigió altares a Baal; construyó una aserá como la que había hecho Ajab, rey de Israel; se postró ante todo el ejército del cielo y le rindió culto.

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2 Reyes 21:3
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Hizo desaparecer los altos, rompió los cipos, derribó las “aseras” y destrozó la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque los hijos de Israel hasta entonces habían quemado incienso ante ella, dándole el nombre de Nejustán.


Traspasaron todos los mandamientos de Yahvé, su Dios, y se hicieron imágenes fundidas, dos becerros, “aseras,” y se postraron ante todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal.


yéndose tras otros dioses para servirles y postrarse ante ellos, ante el sol o la luna, o cualquier astro del ejército de los cielos, cosa que yo no he mandado,


ni alzando tus ojos al cielo, al sol, a la luna, a las estrellas, a todo el ejército de los cielos, te engañes, adorándolos y dándoles culto, porque es Yahvé, tu Dios, quien se los ha dado a todos los pueblos de debajo los cielos.


Has guardado los mandatos de Ómrí y todas las obras de la casa de Acab, y has andado según sus consejos para que yo te entregue a la devastación y dé tus habitantes al escarnio. Llevaréis, pues, sobre vosotros el oprobio de mi pueblo.


Mirando al sol cuando brilla9 o a la luna al caminar resplandeciente,


A los ocho años de su reinado, siendo aún mozo, comenzó a buscar al Dios de David, su padre, y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y Jerusalén de altos, “aseras” esculturas e imágenes de fundición.


¿No es Ezequías el que ha hecho desaparecer sus altos y sus altares, diciendo a Judá y a Jerusalén: Sólo ante este altar adoraréis y quemaréis perfumes?


Y si me decís: Confiamos en Yahvé, nuestro Dios, ¿no ha hecho desaparecer Ezequías sus altos y sus altares, diciendo a Judá y a Jerusalén: Ante este altar de Jerusalén habéis de ofrecer?


Marchó por los caminos de la casa de Ajab e hizo el mal a los ojos de Yahvé, como la casa de Ajab, con la que es taba emparentado.


Marchó por los caminos de los reyes de Israel, como había hecho la casa de Ajab, pues tuvo por mujer a una hija de Ajab, e hizo el mal a los ojos de Yahvé.


Tomaron ellos el buey que les entregaron, aprestáronlo, y estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: “Baal, respóndenos.” Pero no había voz ni quien respondiese, mientras estaban ellos saltando en torno del altar que habían hecho.


y acercándose Elías a todo el pueblo, le dijo: “¿Hasta cuándo habéis de estar vosotros claudicando de un lado y de otro? Si Yahvé es Dios, seguidle a El; y si lo es Baal, id tras él.” El pueblo no respondió nada.'


“No plantarás árbol alguno a modo de “asera” junto al altar que elevares a Yahvé, tu Dios;'


“Si en medio de ti, en alguna de las ciudades que Yahvé, tu Dios, te dará, hubiere hombre o mujer que hiciere lo que es malo a los ojos de Yahvé, tu Dios, traspasando su alianza,


para que no aprendáis a imitar las abominaciones a que esas gentes se entregan para con sus dioses y no pequéis contra Yahvé, vuestro Dios.


Pues hicieron los hijos de Judá la maldad ante mis ojos, oráculo de Yahvé. Han instalado sus abominaciones en la casa en que se invoca mi nombre, profanándola.


pero no se apartaron de los pecados de la casa de Jeroboam, que había hecho pecar a Israel, sino que se dieron a ellos, y aún una “asera” quedaba erigida en medio de Samaría.


Pero vosotros, los que dejáis a Yahvé y olvidáis mi santo monte, los que aderezáis mesa para Gad y llenáis la copa para Meni,


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