Biblia Todo Logo
Онлайн Библия

- Реклама -





2 Crónicas 32:8 - Biblia Nacar-Colunga

8 El tiene el brazo de carne; pero con nosotros está Yahvé, nuestro Dios, para ayudarnos y combatir nuestros combates.” El pueblo cobró valor con las palabras de Ezequías, rey de Judá.'

См. главу Копировать


Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

8 Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.

См. главу Копировать

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El rey podrá tener un gran ejército, pero no son más que hombres. ¡Con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas por nosotros!». Las palabras de Ezequías alentaron en gran manera a la gente.

См. главу Копировать

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Con él hay una fuerza humana, pero con nosotros está Yavé, nuestro Dios, para ayudarnos y combatir nuestros combates. El pueblo quedó confortado con las palabras de Ezequías, rey de Judá.

См. главу Копировать

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Con él está un brazo de carne, pero con nosotros está YHVH nuestro Dios, para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo se apoyó en las palabras de Ezequías rey de Judá.

См. главу Копировать

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Con él está un brazo de carne; pero con nosotros está Yahveh, nuestro Dios, dispuesto a prestarnos ayuda y a pelear en nuestros combates'. El pueblo se sintió fortalecido con las palabras de Ezequías, rey de Judá.

См. главу Копировать




2 Crónicas 32:8
35 Перекрёстные ссылки  

Así dice Yahvé: Maldito el hombre que en el hombre pone su confianza, y de la carne hace su apoyo, y aleja de Yahvé su corazón.


No habrá por qué peleéis en esto vosotros; paraos, estaos quedos, y veréis la salvación de Yahvé con vosotros. ¡Oh Judá y Jerusalén! no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Yahvé estará con vosotros.”


y dijo: “Oíd, Judá todo, y vosotros, los moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat: Así dice Yahvé: “No temáis ni os amedrentéis ante tan gran muchedumbre, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.


El Señor me asistió y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación y todas las naciones la oigan. Así fui librado de la boca del león.


yo estoy contigo y nadie se atreverá a hacerte mal, porque tengo yo en esta ciudad un pueblo numeroso.


No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios. Yo te fortaleceré y vendré en tu ayuda, y con la diestra victoriosa te sostendré.'


Vosotros, hijitos, sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es quien está en vosotros que quien está en el mundo.


”Cesad y reconoced que yo soy Dios, excelso entre las gentes, exaltado en la tierra.”


Y Dios está, pues, con nosotros a nuestra cabeza, y están con nosotros los sacerdotes con sus trompetas, para hacerlas resonar contra vosotros. Hijos de Israel, no hagáis la guerra a Yahvé, el Dios de vuestros padres, porque no os irá bien.”


porque Yahvé, vuestro Dios, marcha con vosotros para combatir con vosotros contra vuestros enemigos, y El os salvará.”


La angustia del corazón deprime al hombre, y una palabra buena le conforta.


Levantáronse por la mañana y salieron por el desierto de Tecua, y mientras salían, Josafat, en pie, dijo: “Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén: Confiad en Yahvé, vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y prosperaréis.”


Yahvé deshizo a los cusitas ante Asa y ante Judá, y los cusitas se pusieron en fuga.


“Cuando vayas a hacer la guerra a tus enemigos, al ver los caballos y los carros de un pueblo más poderoso que tú, no los temerás, porque Yahvé, tu Dios, que te sacó de Egipto, está contigo.


Que no os embauque Ezequías, diciendo: Yahvé nos librará. ¿Acaso los dioses de los pueblos libraron cada uno a su tierra de las manos del rey de Asiría?


Trazad planes, que serán deshechos; haced proyectos, que no se lograrán, porque está Dios con nosotros7.'


Túrbanse las naciones, vacilan los reinos; dio su voz, se derrite la tierra.'


(14) y y? entonces también te alabaré, porque tu diestra te dio la salvación.


El Señor sea con tu espíritu. La gracia sea con vosotros.


Que no os engañe, pues, Ezequías; cuando tal cosa quiera persuadiros, no le creáis; que si ningún dios de los de todas esas naciones y reinos pudo librar a sus pueblos de mis manos y de las manos de mis padres, ¡cuánto menos podrá vuestro Dios libraros de mis manos!”


Josué tomo a todos sus reyes y toda su tierra en una sola expedición, porque Yahvé, Dios de Israel, combatió por Israel.


David respondió al filisteo: “Tú vienes contra mí con espada, lanza y venablo, pero yo voy contra ti en el nombre de Yahvé Sebaot, Dios de los ejércitos de Israel, a los que has insultado.


El le respondió: “Nada temas, que los que están con nosotros son más que los que están con ellos.”


pues hubo muchos muertos, porque el combate venía de Dios. Se establecieron en su lugar hasta el tiempo en que fueron llevados a la cautividad.


Por aquel tiempo, Jananí el vidente fue a Asa, rey de Judá, y le dijo: “Por haberte apoyado sobre el rey de Siria y no sobre Yahvé, tu Dios, se te ha escapado de las manos el ejército del rey de Siria.


Ahora sé que otorga Yahvé la victoria a su ungido, que le responde desde su santo cielo con las proezas salvadoras de su diestra.


Mejor es confiar en Yahvé que confiar en los hombres;'


No os dé miedo el rey de Babilonia, a quien teméis; no temáis de él — oráculo de Yahvé — , pues yo estoy con vosotros para salvaros y libraros de sus manos.'


Entonces él me habló, diciendo: He aquí la palabra de Yahvé a Zorobabel. Dice: No con ejército, no con fuerza, sino por mi espíritu, dice Yahvé de los ejércitos.


El pueblo creyó, y al ver que Yahvé había visitado a los hijos de Israel y había atendido a su aflicción, postrándose, le adoraron.


y le dirá: “¡Oye, Israel! Hoy vais a dar la batalla a vuestros enemigos; que no desfallezca vuestro corazón; no temáis, no os asustéis ni os aterréis ante ellos,'


Puso su confianza en Yahvé, Dios de Israel, y de todos los reyes de Judá que le sucedieron o le precedieron no hubo ninguno semejante a él.


Clamó Asa a Yahvé, su Dios, diciendo: “Yahvé, no hay para ti diferencia entre socorrer al que tiene muchas fuerzas o al que tiene pocas. Ven, pues, en ayuda nuestra, Yahvé, nuestro Dios, porque en ti nos apoyamos nosotros, y a combatir en tu nombre hemos venido contra toda esta muchedumbre. Yahvé, tú eres nuestro Dios; que no sea el hombre quien triunfe de ti.”


Y sucederá que cada golpe de palo correctivo que Yahvé descargue sobre él, se (dará) al son de tambores y arpas, y en luchas agitadas les combatirá.


El egipcio es un hombre, no es un dios, y sus caballos son carne, no son espíritu. Y en tendiendo Yahvé su mano, caerá el protector y caerá el protegido, ambos juntamente perecerán.


Подписывайтесь на нас:

Реклама


Реклама