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2 Crónicas 32:11 - Biblia Nacar-Colunga

11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a la muerte, al hambre, a la sed, diciendo: Yahvé, nuestro Dios, nos librará de la mano del rey de Asiría?

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Больше версий

Biblia Reina Valera 1960

11 ¿No os engaña Ezequías para entregaros a muerte, a hambre y a sed, al decir: Jehová nuestro Dios nos librará de la mano del rey de Asiria?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Ezequías ha dicho: ‘El Señor nuestro Dios nos librará del rey de Asiria’. ¡Ezequías los está engañando y los está condenando a morir de hambre y de sed!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 ¿No los engaña Ezequías cuando les dice: Yavé, nuestro Dios, nos librará de la mano del rey de Asiria? ¿No es culpable de que van a morir de hambre y sed?

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¿Acaso no os engaña Ezequías para haceros morir° de hambre y de sed, diciendo: YHVH nuestro Dios nos librará de mano del rey de Asiria?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 ¿Acaso Ezequías no os está engañando, para entregaros a la muerte por hambre y por sed, cuando os dice: 'Yahveh, nuestro Dios, nos librará de la mano del rey de Asiria?'.

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2 Crónicas 32:11
14 Перекрёстные ссылки  

Ha puesto su confianza en Dios; que El lo libre ahora, si es que lo quiere, puesto que ha dicho: Soy Hijo de Dios.'


Que no os embauque Ezequías, diciendo: Yahvé nos librará. ¿Acaso los dioses de los pueblos libraron cada uno a su tierra de las manos del rey de Asiría?


Rabsaces respondió: ¿Acaso a tu señor y a ti me ha mandado mi señor dirigir estas palabras? ¿No son más bien para la gente sentada en las murallas, que con vosotros habrán de comerse sus excrementos y beberse sus orines?


diciendo: “Dios le ha dejado; perseguidle y cegedle, que no habrá quien le libre.”


Digo a Dios: ¡oh Roca mía! ¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué he de andar en luto bajo la opresión del enemigo?


Búrlanse de mí cuantos me ven, abren los labios y mueven la cabeza.


¡Oh Yahvé, cómo se han multiplicado mis enemigos! Muchos son los que se alzan contra mí.


Que no os engañe, pues, Ezequías; cuando tal cosa quiera persuadiros, no le creáis; que si ningún dios de los de todas esas naciones y reinos pudo librar a sus pueblos de mis manos y de las manos de mis padres, ¡cuánto menos podrá vuestro Dios libraros de mis manos!”


“Hablad así a Ezequías, rey de Judá: Que tu Dios, en quien confías, no te engañe, diciendo: Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiría.


Que no os haga confiar tampoco Ezequías en Yahvé, diciendo: Yahvé nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiría.


Entonces el copero mayor respondió: “¿Acaso es a tu señor y a ti a quienes mi señor me ha mandado decir estas palabras, y no más bien a la gente que hay en la muralla, para comerse sus propios excrementos y beberse su propia orina?”


“Así dice Senaquerib, rey de Asiría: ¿En quién confiáis vosotros para estaros quietos, cercados en Jerusalén?


¿No es Ezequías el que ha hecho desaparecer sus altos y sus altares, diciendo a Judá y a Jerusalén: Sólo ante este altar adoraréis y quemaréis perfumes?


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