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1 Timoteo 3:8 - Biblia Nacar-Colunga

8 Conviene que los diáconos sean asimismo honorables, exentos de doblez, no dados al vino ni a torpes ganancias;'

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Biblia Reina Valera 1960

8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 De la misma manera, los diáconos deben ser dignos de mucho respeto y tener integridad. No deben emborracharse ni ser deshonestos con el dinero.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Los diáconos también han de ser respetables y de una sola palabra, moderados en el uso del vino; que no busquen dinero mal ganado, y'

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Asimismo los diáconos: serios, sin doblez de lengua,° no adictos a mucho vino, ni ambiciosos de bienes materiales;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Igualmente, los diáconos han de ser dignos, sin doblez en el hablar, no dados a la bebida ni a sórdidos oficios,

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1 Timoteo 3:8
17 Перекрёстные ссылки  

Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos con los obispos y diáconos:


De igual modo, que las ancianas observen un porte santo, no sean calumniadoras, ni esclavas del vino, sino buenas maestras,


No bebas agua sola, sino mezcla un poco de vino por tu mal de estómago y tus frecuentes enfermedades.


no dado al vino ni pendenciero, sino ecuánime, pacífico, no codicioso;'


“No beberás vino ni bebida alguna inebriante, tú ni tus hijos, cuando hayáis de entrar en el tabernáculo de la reunión, no sea que muráis. Es ley perpetua entre tus descendientes,


De la misma boca proceden la bendición y la maldición. Y esto, hermanos míos, no debe ser así.


Porque es preciso que el obispo sea inculpable, como administrador de Dios; no soberbio, ni iracundo, ni dado al vino, ni pendenciero, ni codicioso de torpes ganancias,'


Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que sepan gobernar a sus hijos y a su propia casa.


Ningún sacerdote beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.


Cuando Doeg, idumeo, fue a informar a Saúl, diciendo: David ha ido a casa de Abimelec.


Salva tú, ¡oh Yahvé! porque no hay piadosos, ya no hay fieles entre los hijos de los hombres.


Guíame, ¡oh Yahvé! en tu justicia, a causa de mis enemigos, y allana tus caminos ante mí.


Apacentad el rebaño de Dios que os ha sido confiado, no por fuerza, sino con blandura, según Dios; ni por sórdido lucro, sino con prontitud de ánimo;'


“Sepulcro abierto es su garganta, con sus lenguas urden enveneno de áspides hay bajo sus labios, ganos,


Abandonas tu boca al mal, y tu lengua urde el engaño.


pero es preciso que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, morigerado, hospitalario, capaz de enseñar;'


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