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1 Reyes 22:34 - Biblia Nacar-Colunga

34 Entonces uno disparó su arco al azar, e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, y el rey dijo a su auriga: “Vuélvete y sácame del campo, porque estoy herido.”

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Biblia Reina Valera 1960

34 Y un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Sin embargo, un soldado arameo disparó una flecha al azar hacia las tropas israelitas e hirió al rey de Israel entre las uniones de su armadura. «¡Da la vuelta y sácame de aquí! —dijo Acab entre quejas y gemidos al conductor de su carro—. ¡Estoy gravemente herido!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 En ese preciso instante, un soldado disparó con su arco sin saber a quién e hirió al rey de Israel entre las correas y la coraza. El rey dijo al conductor de su carro: 'Da media vuelta y sácame de la pelea, porque estoy herido'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Y un hombre tiró con su arco a la ventura, e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo a su auriga: ¡Da vuelta y sácame del campamento, porque estoy herido!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Un hombre disparó al azar su arco e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la coraza. El rey dijo entonces a su auriga: 'Da la vuelta y sácame del campo de batalla, porque estoy herido'.

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1 Reyes 22:34
11 Перекрёстные ссылки  

Los arqueros tiraron contra el rey Josías, y el rey dijo a sus servidores: “Retiradme, que estoy gravemente herido.”


por eso me he puesto yo también a herirte y a devastarte a causa de tus pecados.


y tenían corazas como corazas de hierro, y el ruido de sus alas era como el ruido de muchos caballos que corren a la guerra.


metió la mano en el zurrón, sacó de él un chinarro y lo lanzó con la honda. El chinarro se clavó en la frente del filisteo, y éste cayó de bruces a tierra.


El rey de Siria había mandado a los jefes de los carros que con él tenía, diciendo: “No ataquéis a ninguno, ni chico ni grande, sino sólo al rey de Israel.”


Pero Jehú tendió su arco e hirió a Joram entre las espaldas, saliéndole la flecha por el corazón, y Joram cayó en su carro.


De Jerusalén fueron con Absalón doscientos hombres invitados, con corazón sencillo, que nada sabían.


Miqueas respondió: “Yo he visto a todo Israel disperso por los montes, como ovejas sin pastor, y Yahvé me dijo: Son gentes que no tienen señor; que se vuelva cada uno en paz a su casa.”


y, viendo los jefes de los carros que no era el rey de Israel, le dejaron.


El combate fue muy encarnizado aquel día. El rey estuvo retenido en su carro frente a los sirios, y por la tarde murió. La sangre de la herida corría por dentro de su carro.


Mem. — ¿Quién podrá decir una cosa sin que la disponga el Señor?


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