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1 Juan 2:1 - Biblia Nacar-Colunga

1 (TEXTO OMITIDO)

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Biblia Reina Valera 1960

1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Mis queridos hijos, les escribo estas cosas, para que no pequen; pero si alguno peca, tenemos un abogado que defiende nuestro caso ante el Padre. Es Jesucristo, el que es verdaderamente justo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Hijitos míos, les he escrito esto para que no pequen; pero si uno peca, tenemos un defensor ante el Padre, Jesucristo, el Justo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Hijitos° míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno peca, Paracleto° tenemos ante el Padre: a Jesús el Mesías, el justo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Hijitos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, abogado tenemos ante el Padre: a Jesucristo, el justo.

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1 Juan 2:1
47 Перекрёстные ссылки  

Porque uno es Dios, uno también el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús,


Cristo Jesús, el que murió, aún más, el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, es quien intercede por nosotros.


A quien no conoció el pecado, le hizo pecado por nosotros, para que en El fuéramos justicia de Dios.


Vosotros, hijitos, sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es quien está en vosotros que quien está en el mundo.


Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y de verdad.


Mijitos, que nadie os extravíe: el que practica la justicia es justo, según que El es justo;'


Dijo ella: Nadie, Señor. Jesús dijo: Ni yo te condeno tampoco; vete y no peques más.'


que no entró Cristo en un santuario hecho por mano de hombres, figura del verdadero, sino en el mismo cielo, para comparecer ahora en la presencia de Dios a favor nuestro·


Sabéis que apareció para destruir el pecado y que en El no hay pecado.


pues por El tenemos los unos y los otros el poder de acercarnos al Padre en un mismo Espíritu.


procuraos, no el alimento perecedero, sino el alimento que permanece hasta la vida eterna, el que el Hijo del hombre os da, porque Dios Padre le ha sellado con su sello.


Pero, si tú amonestaste al justo para que no pecara y dejare de pecar, vivirá él, porque fue amonestado, y tú habrás salvado tu alma.


Porque también Cristo murió una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios. Murió en la carne, pero volvió a la vida por el Espíritu


“Si os enojáis, no pequéis”; ni se ponga el sol sobre vuestra iracundia.'


Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto hasta ver a Cristo formado en vosotros!


Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan, porque las obras que mi Padre me dio hacer, esas obras que yo hago, dan en favor mío testimonio de que el Padre me ha enviado,


Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quisiere revelárselo.


El, en quien no hubo pecado y en cuya boca no se halló engaño,


Volved, como es justo, a la cordura y no pequéis, porque algunos viven en la ignorancia de Dios. Para vuestra confusión os lo digo.


Después de esto le encontró Jesús en el templo, y le dijo: Mira que has sido curado; no vuelvas a pecar, no te suceda algo peor.'


Alégrate sobremanera, hija de Sión, Grita exultante, hija de Jerusalén. He aquí que viene a ti tu Rey, justo y victorioso, humilde, montado en un asno, en un pollino hijo de asna.


La religión pura e inmaculada ante Dios Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y conservarse sin mancha en este mundo.


Pues sabed que Dios distingue al que le es grato, que me oye Yahvé cuando le invoco.


Hijitos, guardaos de los ídolos.


Con ella bendecimos al Señor y Padre nuestro, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a imagen de Dios.


¡Pues qué! ¿Pecaremos porque no estarnos bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡Eso, no!


Hijitos míos, un poco estaré todavía con vosotros: me buscaréis, y como dije a los judíos: A donde Yo voy vosotros no podéis venir, también os lo digo a vosotros ahora.


Esto te escribo con la esperanza de ir a verte pronto,


Díjoles Jesús: Muchachos, ¿no tenéis a la mano nada que comer? Le respondieron: No.


y Yo rogaré al Padre y os dará otro Paráclito, que estará con vosotros para siempre,


¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Dieron muerte a los que anunciaban la venida del Justo, a quien vosotros habéis ahora traicionado y crucificado, vosotros,


porque, si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, reconciliados ya, seremos salvos en su vida.


Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.


No hay para mí mayor alegría que oír de mis hijos que andan en la verdad.


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