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1 Crónicas 10:4 - Biblia Nacar-Colunga

4 Entonces dijo Saúl a su escudero: “Saca tu espada y traspásame con ella, no vengan esos incircuncisos y me escarnezcan”• pero su escudero no quiso por temor. Entonces tomo Saúl sií espada y se echó sobre ella.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Con gemidos, Saúl le dijo a su escudero: «Toma tu espada y mátame antes de que estos filisteos paganos lleguen para burlarse de mí y torturarme». Pero su escudero tenía miedo y no quiso hacerlo. Entonces Saúl tomó su propia espada y se echó sobre ella.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Saúl dijo a su escudero: 'Saca tu espada y traspásame con ella; no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí. Pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor. Entonces tomó Saúl la espada y se arrojó sobre ella.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Entonces Saúl dijo a su escudero: ¡Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que estos incircuncisos vengan y hagan escarnio de mí! Pero su escudero no quiso, porque tenía gran temor. Entonces Saúl tomó la espada y se echó sobre ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Dijo entonces Saúl a su escudero: 'Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, no sea que lleguen esos incircuncisos y hagan escarnio de mí'. Pero no quiso acceder el escudero, por el gran temor que sentía. Saúl tomó entonces su propia espada y se dejó caer sobre ella.

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1 Crónicas 10:4
19 Перекрёстные ссылки  

y dijo a su escudero: “Saca tu espada y traspásame, no me hieran esos incircuncisos y me afrenten.” El escudero no obedeció, por el gran temor que tenía; y tomando Saúl su propia espada, se echó sobre la punta de ella.'


Despertó el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada con intención de darse muerte, creyendo que se hubiesen escapado los presos.


Este, pues, adquirió un campo con el precio de su iniquidad; y, precipitándose, reventó y todas sus entrañas se derramaron;'


El escudero de Saúl, viéndole muerto, se echó también sobre su espada, y murió.


Cuando Zimri vio que era tomada la ciudad, se metió en el palacio real y puso fuego a la casa con él dentro, y así murió,


Ajitofel, viendo que no se había seguido su consejo, aparejó su asno, levantóse, se fue a su casa de la ciudad y, después de tomar disposiciones acerca de su casa, se ahorcó, y, muerto, fue sepultado en el sepulcro de su padre.


No lo propaléis en Gat, no lo publiquéis por las calles de Ascalón; que no se regocijen las hijas de los filisteos V no salten de júbilo las hijas de los incircuncisost'


Tu siervo ha matado leones y osos, y ese filisteo incircunciso será como uno de ellos. ¿No seré capaz de ir, de batirle y quitarle y quitar el oprobio de Israel? Porque ¿quién es ese incircunciso que ha insultado al ejército del Dios vivo?”


David preguntó a los que tenía cerca: “¿Qué darán al que mate a este filisteo y arranque a Israel la afrenta? ¿Quién es ese filisteo, ese incircunciso, para insultar así al ejército del Dios vivo?”


Jonatán dijo a su escudero: “Anda, vamos a pasar al puesto de los incircuncisos; puede ser que Yahvé nos ayude, pues nada le impide salvar con muchos o con pocos.”


Los filisteos lo tomaron prisionero, le sacaron los ojos y, llevándole a Gaza, le encadenaron con doble cadena de bronce, y en la cárcel le pusieron a hacer dar vueltas a la muela.


Devorado por la sed, clamó a Yahvé, diciendo: “Eres tú el que por la mano de tu siervo has hecho esta gran liberación; ¿voy a caer ahora, muerto de sed, en la mano de los incircuncisos?”


Llamó él en seguida a su escudero, y le dijo: “Saca tu espada y mátame, para que no pueda decirse que me mató una mujer.” El joven le traspasó, y murió Abimelec.


El joven que le daba las noticias respondió: “Yo me hallaba por casualidad en el monte Gelboé, y vi a Saúl apoyado sobre su lanza, mientras se acercaban a él carros y caballeros, que estaban ya para alcanzarle;'


El peso de la batalla cargó sobre Saúl; y viéndose descubierto por los arqueros, se apoderó de él la angustia ante sus dardos”


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