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Referencias Cruzadas
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Sofonías 3:16

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Ese día, el mensaje al pueblo de Jerusalén será: “¡No temas, ni te desanimes!”

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21 Referencias Cruzadas  

Ciertamente has alentado a mucha gente y has apoyado a los que son débiles.

En ese momento su pueblo dirá: “¡Mira! Este es nuestro Dios; hemos confiado en él y nos ha salvado. Este es el Señor que buscábamos. Ahora podemos alegrarnos y celebrar la salvación que nos trae”.

Sión, portadora de buenas noticias, sube a un monte alto. Jerusalén, portadora de buenas noticias, levanta tu voz y grita fuerte. ¡No tengas miedo de gritar muy fuerte! Di a los pueblos de Judá: “¡Aquí está tu Dios!”.

¡No tengan miedo, porque yo estoy con ustedes! No tengan miedo, porque yo, su Dios, los haré fuertes, y ciertamente los ayudaré. Los apoyaré con mi mano fuerte, actuando a favor de lo que es justo.

Esto es lo que dice el Señor, el que te hizo, el que te formó en el vientre y el que te ayudará: No temas, Jacob, siervo mío, Jesurún, el que yo he elegido.

No tengas miedo, porque no serás humillado; no te alteres, porque no serás deshonrado. Te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y ya no recordarás la vergüenza de tu viudez.

¡No tengan miedo, habitantes de la tierra! ¡Sean felices y celebren, porque el Señor ha hecho cosas increíbles!

Al pueblo de Judá e Israel: Así como fueron considerados como una maldición entre las naciones, yo los salvaré y se convertirán en una bendición. ¡No tengan miedo! ¡Sean fuertes!

Pero ahora lo he decidido, y hare bien a Jerusalén y al pueblo de Judá. ¡No tengan miedo!

Al día siguiente, las multitudes de personas que habían venido a la fiesta de la Pascua escucharon que Jesús iba de camino hacia Jerusalén.

Así pues, como Dios en su misericordia nos ha proporcionado esta nueva manera de relacionarnos con él, no nos rendimos.

No nos cansemos nunca de hacer el bien, pues segaremos en el momento apropiado, si somos perseverantes.

Por eso les pido que no se desanimen por mi sufrimiento, ¡es por ustedes y deberían apreciarlo!

Así que fortalezcan sus manos cansadas, y sus rodillas débiles.

Conozco tu paciencia, y lo que soportaste por mi causa, y sé que nunca te rendiste.




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