Gracias a mi los líderes y nobles pueden gobernar, así como todos los que gobiernan con justicia.
Gracias a mi los reyes reinan, y los gobernantes emiten decretos justos.
Amo a los que me aman, y los que me buscan de corazón me encontrarán.
“Has llevado a cabo lo que nos habías advertido, contra nosotros y contra nuestros gobernantes: un castigo tan terrible ha caído sobre Jerusalén, el peor que ha ocurrido en todo el mundo.