Este era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí, y su padre era de Tiro, un artesano que trabajaba el bronce. Hiram tenía una gran experiencia, entendiendo y conociendo toda clase de trabajos en bronce. Acudió al rey Salomón y llevó a cabo todo lo que el rey le pidió.
También le dio todo lo que había planeado para los atrios de la casa del Señor, para todas las habitaciones circundantes, para los tesoros de la casa de Dios y de las cosas que habían sido dedicadas.
Judá se dio la vuelta y se dio cuenta de que tenían que luchar por delante y por detrás. Clamaron al Señor pidiendo ayuda. Entonces los sacerdotes tocaron las trompetas,
¡Oh cuán profundas son las riquezas, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Cuán increíbles son sus decisiones, y cuán extraordinarios son sus métodos!