La serpiente era más astuta que cualquiera de los otros animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Y le preguntó a Eva: “¿En serio Dios dijo que no pueden comer del fruto de todos los árboles del jardín?”
Cuando Joram vio a Jehú, le preguntó: “¿Vienes en son de paz, Jehú?” “¿Qué paz puede haber con tanta prostitución y brujería causada por tu madre Jezabel?” respondió Jehú.
Tú, Jerusalén, ahora desolada, ¿qué vas a hacer? Aunque te vistas con ropas de color escarlata, y te pongas joyas de oro, y te maquilles los ojos, ¡todo tu adorno es inútil! Tus amantes te odian; ¡quieren matarte!
Del mismo modo, las mujeres deben vestir con prudencia, con modestia y apropiadamente. Deben ser atractivas pero no por su corte de cabello o por el uso de oro, perlas o ropas costosas,