guiñando un ojo, haciendo gestos escurridizos con sus pies, y haciendo señales descorteses con sus dedos.
¿Por qué te dejas llevar por tus emociones?
No me fijaré en nada malo. Porque odio hacer el mal, y no quiero tener nada que ver con él.
No dejes que mis enemigos se alegren de mis problemas, aquellos que me odian y dicen mentiras sobre mí, presumiendo sin ningún motivo.
Los que piensan con astucia causan problemas, pero la persona que hace corrección, traerá la paz.
Ella no sigue el camino que conduce a la vida, sino que deambula sin saber que está perdida.
Entonces, cuando llames, el Señor responderá; cuando clames por ayuda, el Señor dirá: “Aquí estoy”. Si se deshacen de la opresión entre ustedes, si dejan de señalar con el dedo y de calumniar a los demás,