Pidieron una bendición sobre ella diciendo: “Nuestra querida hermana, que seas la madre de miles de descendientes, y que tus hijos conquisten a sus enemigos”.
Tuvo treinta hijos y treinta hijas. Casó a sus hijas con hombres de otras tribus, y trajo a treinta esposas de otras tribus para que se casaran con sus hijos. Ibzán dirigió a Israel como juez durante siete años.