porque son vida para quien las encuentra, y traen sanidad a todo el cuerpo.
Las palabras apresuradas pueden ser tan cortantes como un cuchillo, pero las palabras de los sabios traen sanidad.
Las palabras bondadosas son como un panal de miel, su sabor es dulce y aportan salud al cuerpo.
porque serán vida para ti, y como un adorno en tu cuello.
Entonces serás sanado y fortalecido.
Escucha, hijo mío. Si aceptas lo que te digo, vivirás larga vida.
y él fue quien me instruyó. Me dijo: “Presta atención a las palabras que te digo y no las olvides. Haz lo que te digo y vivirás.
Porque los que me encuentran, encuentran la vida, y son aceptados por el Señor.
Pero aun así, en el futuro la restauraré y repararé, y sanaré a su pueblo y le daré paz y seguridad duraderas.