Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Proverbios 30:10

Versión Biblia Libre

No calumnies a un siervo ante su amo, o te maldecirá y sufrirás por ello.

Ver Capítulo Copiar

18 Referencias Cruzadas  

El Señor aceptó tal sacrificio, y dijo para sí mismo: “No volveré a maldecir a la tierra por culpa de los seres humanos, aunque cada uno de sus pensamientos sea perverso desde su niñez. Y no volveré a destruir a los seres vivos como lo acabo de hacer.

La gente maldice a los que acumulan el trigo, pero bendicen a quienes lo venden.

Si das al pobre, no tendrás necesidad; pero si ignoras su necesidad, caerán muchas maldiciones sobre ti.

No te tomes a pecho todo lo que dice la gente, pues de lo contrario podrías oír a tu siervo hablar mal de ti,

Entonces le dijeron al rey: “Daniel, uno de esos cautivos de Judá, no hace caso a Su Majestad ni al decreto que usted firmó y reza tres veces al día”.

Entonces el rey ordenó que trajeran a los hombres que habían acusado a Daniel y los arrojaron al foso de los leones junto con sus esposas e hijos. Antes de que llegaran al suelo del foso, los leones los atacaron y los despedazaron.

¿Qué derecho tienes tú para juzgar al siervo de otro? Es su propio amo quien decide si está haciendo bien o mal. Con ayuda de Dios, ellos podrán discernir lo correcto.

No tengan malos pensamientos como: “Se acerca el séptimo año en el que se cancelarán las deudas”, para despreciar a los pobres con burlas y rehusarse a darles algo. Ellos se quejarán de ti ante el Señor, y serás hallado culpable de pecado.

No envíes a un esclavo de vuelta a su amo si ha venido a ti en busca de protección.

“¿Por qué haces caso a la gente que dice que yo quiero hacerte daño”? preguntó David.

“Por favor, escúchame, mi señor y rey. Si el Señor se ha enfadado conmigo, que se alegre de aceptar una ofrenda. Pero si son los hombres los que lo han hecho, ¡que sean malditos ante el Señor! Durante todo este tiempo me han expulsado de vivir entre el pueblo elegido por Dios, diciéndome: ‘Vete y adora a otros dioses’.

“¿Puedes guiarme hasta esos asaltantes?” preguntó David. “Si me juras por Dios que no me matarás ni me entregarás a mi amo, entonces te llevaré hasta ellos”, respondió el hombre.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos