Podría castigarte, pero el Dios de tu padre me habló anoche y me dijo: ‘Cuidado con lo que le dices a Jacob. No intentes persuadirlo para que vuelva, ni tampoco lo amenaces’.
¡Cuán grande es el desastre que vendrá sobre los que permanecen despiertos por la noche para tramar maldad desde sus camas. Se levantan en la mañana para llevar a cabo sus planes, porque tienen el poder para ello.
Paguen todo lo que deban: los impuestos a las autoridades de impuestos; muestren respeto a los que deben recibir respeto, y rindan honra a los que deban recibir honra.
Pues él se entregó a sí mismo por nosotros, para podernos libertar de toda nuestra maldad, y para limpiarnos para él, como un pueblo que le pertenece, y que está dispuesto a hacer el bien.
Miren, los salarios de sus obreros del campo que han estafado ahora claman contra ustedes, y los lamentos de los obreros han llegado a los oídos del Señor Todopoderoso.