Caminarás con confianza y no tropezarás.
Los que aman tus enseñanzas viven en paz y nada los hace caer.
Él no te dejará caer; Él, que cuida de ti no caerá dormido.
El Señor te protegerá en tu entrar y en tu salir, desde ahora y para siempre.
La ley de Dios vive en sus corazones, de tal forma que nunca se apartarán de este camino.
Las personas honestas viven confiadas, pero los que se comportan con engaño serán atrapados.
Él sostiene a los que actúan con justicia y protege a los que confían en él.
No habrá obstáculos cuando camines, ni tropezarás al correr.
Ellas te guiarán cuando camines, te cuidarán al dormir, y te hablarán al levantarte.
Ninguno de ellos se cansa ni tropieza; ninguno descansa ni duerme. Ningún cinturón se afloja, y ninguna correa de sandalia se rompe.
¿Dónde está el que los condujo a través de las profundidades del mar? Eran como un caballo corriendo por el desierto, no tropezaban.
Yo los haré fuertes en el Señor, y ellos seguirán todo lo que él diga, declara el Señor.