Onán se dio cuenta de que los hijos que tuviera no serían suyos, así que siempre que se acostaba con la mujer de su hermano se aseguraba de que no se quedara embarazada retirando y derramando su semen en el suelo. De esta manera evitaba que nacieran niños en nombre de su hermano.
Pon mi nombre como un sello en tu corazón, como un sello en tu brazo, porque el amor es fuerte como la muerte, la pasión tan inquebrantable como el sepulcro; sus flechas brillan como el fuego, una llama ardiente del Señor.
Pero los judíos se pudieron celosos y junto a unos agitadores que encontraron en la plaza del mercado formaron una turba. Y se amotinaron en la ciudad, y atacaron la casa de Jasón. Entonces trataron de encontrar a Pablo y a Silas para presentarlos ante la gente.