cuando los corderos hayan provisto la lana para hacer ropa, y la venta de las cabras haya provisto dinero para el campo,
siempre me agradecían la ropa de lana que los mantenía calientes.
Cuando se corte el heno y comience a crecer la nueva hierba, cuando se recoja el forraje de las montañas;
habrá suficiente leche de tus cabras para alimentarte tu, tu familia y tus siervas.
Arabia y todos los jefes de Cedar comerciaron contigo, dándote a cambio corderos, carneros y cabras.