Proverbios 27:20

Versión Biblia Libre

De la misma manera que la tumba y la destrucción no se satisfacen, el deseo humano nunca está satisfecho.

Referencias Cruzadas

Job 26:6

El Seol está desnudo ante Dios, Abadón está descubierto.

Proverbios 15:11

Los muertos no tienen secretos que el Señor no sepa. ¡Cuanto más conoce nuestros pensamientos!

Proverbios 23:5

La riqueza desaparece en un abrir y cerrar de ojos, abriendo repentinamente alas, y volando al cielo como el águila.

Proverbios 27:19

Así como el agua refleja tu rostro, tu mente refleja quién eres realmente.

Eclesiastés 1:8

Todo sigue su curso. No puedes decir todo lo que hay por decir. No puedes ver todo lo que hay para ver. No se puede oír todo lo que hay para oír.

Eclesiastés 4:8

¿Qué pasa con alguien que no tiene familia que le ayude, ni hermano ni hijo, que trabaja todo el tiempo, pero no está satisfecho con el dinero que gana? “¿Para quién estoy trabajando?” , se pregunta. “¿Por qué me impido disfrutar de la vida?” . Una situación así es difícil de explicar: ¡es un negocio malvado!

Eclesiastés 6:7

Todo el mundo trabaja para poder vivir, pero nunca están santisfechos.

Isaías 5:14

El apetito de la tumba aumenta, su boca se abre de par en par, y la nobleza de Jerusalén y las masas bajarán a ella, junto con las turbas alborotadas y borrachas.

Jeremías 22:17

Pero lo único que buscas, lo único en lo que piensas, es en conseguir lo que quieres, aunque sea de forma deshonesta. Matas a los inocentes, maltratas con violencia y explotas a tu pueblo.

Habacuc 2:5

Además, la riqueza no brinda seguridad. Los arrogantes nunca tienen paz. Sus bocas codiciosas están abiertas como una tumba, y como la muerte nunca están satisfechos. Reúnen a las naciones como su fueran su propiedad, tragándose muchos pueblos.

Hageo 1:9

Esperaban mucho, pero miren, terminó siendo tan poco. Todo lo que trajiste a casa lo destruí. ¿Y por qué lo hice? Porque mi casa sigue estando en ruinas mientras que ustedes solo se preocupan en construir sus propias casas, declara el Señor Todopoderoso.

1 Juan 2:16

Porque todas las cosas de este mundo, nuestros deseos pecaminosos, nuestro deseo por todo lo que vemos, nuestra jactancia por lo que hemos logrado en la vida, ninguna de esas cosas viene del Padre, sino del mundo.