Hijo mío hazme feliz con tu sabiduría, para poder responder a los que me critiquen.
Entonces podré responder a los que se burlan de mi, porque creo en tu palabra.
Entonces, ustedes los reyes, ¡Actúen con sabiduría! ¡Estén advertidos, gobernantes de la tierra!
Los proverbios de Salomón. Un hijo sabio alegra a su padre; pero un hijo necio es la causa del dolor de su madre.
Un hijo sabio trae alegría a su padre; pero un hombre necio aborrece a su madre.
Los perezosos son más sabios en su propia opinión que muchos consejeros prudentes.
Si eres prudente, verás venir el peligro y te apartarás de él; pero los necios siguen adelante y sufren las consecuencias.
El hombre que ama la sabiduría, hace feliz a su padre; pero el que visita a las prostitutas, está desperdiciando su dinero.
Tu amor, mi querido hermano, me ha causado mucha felicidad y ánimo. ¡Has reanimado los corazones de nosotros, los que somos creyentes!
Me alegré al saber que algunos de tus hijos están siguiendo la verdad, como el Padre nos mandó.