Las conversaciones obscenas, las charlas necias, y los chistes con doble sentido son totalmente inapropiados. Por el contrario, deberían dar gracias a Dios.
Recibirán su pago por el daño que han hecho. Se divierten al satisfacer sus deseos perversos a plena luz del día. Son como manchas y defectos en su comunidad. Pues ellos se complacen en sus placeres engañosos incluso cuando comparten la comida con ustedes.