Así que asegúrense de tener reverencia por Dios, obedeciéndolo y haciendo lo que él quiere, porque Dios no permite ninguna clase de injusticia, favoritismo o soborno”.
¿Quién es sabio para entender todo esto? ¿Quién tiene el discernimiento para entender? Los caminos del Señor son rectos, pero los rebeldes se tropiezan y caen.
No muestren ningún favoritismo cuando juzguen, traten de igual manera a los poderosos y a la gente común. No dejen que nadie los intimide, porque el juicio se hace en nombre de Dios. Tráiganme cualquier caso que sea demasiado duro para ustedes, y yo lo escucharé”.
No perviertan la justicia ni muestren favoritismo. No aceptes un soborno, porque un soborno ciega a los sabios y tuerce las palabras de los verdaderos.
Sin embargo, la sabiduría que viene de arriba es pura sobre todas las cosas, y también trae paz. Es noble y abierta a la razón. Está llena de misericordia y produce cosas buenas. Es genuina y no hipócrita.
Puesto que ustedes le llaman Padre, y reconocen que él juzga a todos de manera imparcial, basado en sus obras, tomen en serio su vida aquí en la tierra, guardando reverencia hacia él.