porque el desastre vendrá sobre ellos repentinamente. ¿Quién podrá saber cómo los castigarán el Señor y el rey?
Al oír esto, todos los invitados que apoyaban a Adonías se estremecieron de miedo. Se levantaron y salieron corriendo en distintas direcciones.
¿Quién puede conocer el poder de tu ira? ¿Quién puede entender tu furia de tal forma que te rinda reverencia?
Un rey enojado puede enviarte a la muerte. Si eres sabio, procurarás apaciguar su ira.
Cuando un rey se enoja en gran manera, se escuchará como un león rugiente. Quien haya causado su enojo corre el riesgo de ir a la muerte.
Los que hacen el bien podrán caer siete veces, y aun así se levantaran; pero el desastre vendrá para derribar a los malvados.
Por ello el desastre cae sobre tales personas, y en solo un instante son destruidos sin remedio.
No puedes predecir cuándo será tu final vendrá. Al igual que los peces atrapados en una red, o los pájaros atrapados en una trampa, así las personas son atrapadas repentinamente por la muerte cuando menos lo esperan.
El pueblo de Efraín está aplastado y hecho pedazos a causa del juicio, porque ellos decidieron seguir leyes humanas.