Nadie quiere justicia, nadie alega su caso con honestidad. Se apoyan en falsos testimonios y dicen mentiras. Conciben planes malvados, y dan a luz problemas.
Pero lo único que buscas, lo único en lo que piensas, es en conseguir lo que quieres, aunque sea de forma deshonesta. Matas a los inocentes, maltratas con violencia y explotas a tu pueblo.
Son expertos en hacer el mal; tanto los oficiales como los jueces piden sobornos; los poderosos exigen según sus ambiciones malvadas; y conspiran juntos para obtener lo que desean.
“¡Estás lleno de engaño y de todo tipo de mal, hijo del diablo, enemigo de todo lo recto! ¿Nunca dejarás de pervertir los caminos verdaderos del Señor?