Vomitarás cada pedazo que hayas comido, y las palabras de aprecio se habrán consumido.
Se tragan las riquezas y las vuelven a vomitar; Dios las expulsa de sus estómagos.
No hables con los tontos porque ellos se burlarán de tus palabras sabias.
Si hallas dinero, come lo necesario; porque si comes demasiado, te enfermarás.
Incluso tus propios hermanos y la familia de tu padre te han traicionado; te han criticado públicamente. No te fíes de ellos cuando te hablen bien.