Haz que tu padre y tu madre se alegren; trae alegría a la que te parió.
Los proverbios de Salomón. Un hijo sabio alegra a su padre; pero un hijo necio es la causa del dolor de su madre.
Un hijo tonto acarrea vergüenza a su padre, y tristeza a la madre que lo parió.
Hijo mío, si piensas con sabiduría me harás feliz;
Hijo mío, dame toda tu atención, y sigue mi ejemplo con alegría.
Hijo mío hazme feliz con tu sabiduría, para poder responder a los que me critiquen.
Sus vecinos y parientes oyeron cómo el Señor le había mostrado gran bondad, y celebraron con ella.