Los perezosos dicen: “Hay un león allá afuera. ¡Si salgo podría morir!”
El camino de los perezosos está lleno de espinas, pero el camino de los justos es una autopista abierta.
Los perezosos se quedan dormidos con frecuencia; pero su holgazanería indica que están hambrientos.
El Señor cuida del conocimiento, pero se opone a las palabras de los mentirosos.
Respondí: “Ya me he desvestido. No tengo que volver a vestirme, ¿verdad? Ya me he lavado los pies. No tengo que ensuciarlos de nuevo, ¿verdad?”