miel, cuajada, ovejas y queso de leche de vaca para que David y el pueblo que lo acompañaba comieran. Porque decían: “El pueblo está hambriento, cansado y sediento por su travesía por el desierto”.
Los que son ladrones, dejen de robar y trabajen productivamente y con honestidad con sus manos, para que tengan algo que brindar a quienes lo necesitan.