No paguen mal por mal, ni reclamen cuando otros sean abusivos, sino bendíganlos, porque a eso fueron llamados, para que puedan recibir bendiciones ustedes mismos también.
Entonces Jonatán habló positivamente de David a su padre Saúl, y le dijo: “El rey no debe hacer nada malo a su siervo David, porque él no le ha hecho nada malo; siempre le ha servido bien.
David acababa de quejarse: “¡De nada sirvió proteger las pertenencias de este hombre en el desierto! No le han robado nada en absoluto y, sin embargo, ¿qué hace? ¡Me devuelve mal por bien!