Cuando todos en Israel se enteraron del veredicto que había dado el rey, sintieron un gran respeto por él, porque reconocieron la sabiduría que Dios le había dado para juzgar correctamente.
Pero por ser poderoso se volvió arrogante, y esto lo llevó a la ruina. Porque fue infiel al Señor, su Dios, y él mismo entró en el Templo del Señor para quemar incienso en el altar del incienso.
y tiene poder real. Tú amas la justicias; tomas decisiones imparciales. Te has asegurado que todo esté hecho con rectitud y de acuerdo a lo que está bien.
¿Pueden los caballos galopar sobre los escombros? ¿Pueden los bueyes arar el mar? ¡Pero ustedes han transformado la justicia en veneno, y el fruto de la bondad en amargura!