“Ahora, por un corto tiempo, el Señor, nuestro Dios, nos ha dado gracia, preservando a algunos de nosotros como un remanente, y dándonos seguridaden su lugar santo. Nuestro Dios ha iluminado nuestras vidas dándonos un alivio de nuestra esclavitud.
El Señor los guiará siempre; les dará todo lo que necesitan en una tierra desolada; los hará fuertes de nuevo. Serán como un jardín bien regado, como un manantial que nunca se seca.
Y no habrá más noche, y no habrá necesidad de luz de una lámpara, o de la luz del sol, porque el Señor Dios les dará la luz. Y reinarán por siempre y para siempre.