Corren para hacer el mal; se apresuran a asesinar a inocentes. Sus mentes están llenas de pensamientos pecaminosos; sólo causan estragos y destrucción.
Así que ustedes y el concilio deben enviar la orden al comandante para que traiga a Pablo para reunirse con ustedes, como si quisieran estudiar su caso más detalladamente. Estamos listos para matarlo en el camino”.