Pero Dios los derribará con tanta fuerza que nunca más se podrán levantar. Dios los agarrará y los sacará de su tienda. Los expulsará de la tierra de los vivos. Selah.
Entonces los jefes de los sacerdotes le dijeron a Jesús: “Mandará a matar a esos hombres malvados de la manera más atroz, y alquilará la viña a otros granjeros que de seguro sí le darán su fruto en tiempo de la cosecha”.