Los tontos creen que hacer el mal es divertido, pero los sabios entienden lo que es recto.
Los necios se burlan del pecado, pero los justos anhelan el perdón.
La necedad alegra a los tontos, pero los prudentes hacen lo recto.
Si piensas con sabiduría serás considerado como prudente; si hablas con gracia serás persuasivo.
Ellos son felices haciendo el mal, y les gusta la perversión.
¡Jóvenes, disfruten de su juventud! ¡Sean felices con lo que es bueno! Mientras sean jóvenes, dejen que su mente guíe su vida, y hagan lo que mejor les parezca. Pero recuerden que Dios los juzgará por todos sus pensamientos y acciones.