Sin embargo, estas personas malvadas se ocultan y están listas para matar a otros, pero ellos mismos son las víctimas. ¡Sus trampas son para ellos mismos!
Pero tú, Dios, derribarás a los asesinos y a los mentirosos, arrojándolos al pozo de la destrucción antes de que hayan vivido la mitad de sus vidas. Y yo, confiaré en ti.
Ahora por tu corazón endurecido y tu rechazo al arrepentimiento, estás empeorando tu situación para el día de la recompensa, cuando se demuestre la rectitud del juicio de Dios.