Efraín trata de guiar al viento, yendo tras el viento del este todo el día. Sus mentiras y su violencia siguen en aumento. Hicieron un tratado con Asiria, y envían el aceite de oliva a Egipto.
Ahora pecan constantemente, y se forjan ídolos de metal fundido. Todos esos ídolos fueron hábilmente forjados con plata por los artesanos. “Ofrezcan sacrificios a estos ídolos”, dice el pueblo. “Besen al ídolo con forma de becerro”.
Deja que los que no hacen el bien sigan su camino. Que los que son impuros sigan su camino. Que los que hacen lo recto, sigan haciendo lo recto. Y que los que son santos, sigan siendo santos”.