Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas
- Anuncios -




Oseas 14:3

Versión Biblia Libre

Asiria no puede salvarnos, y no escaparemos con nuestros caballos de guerra, ni volveremos a decir: ‘ustedes son nuestros dioses’ a los ídolos que hemos hecho. Porque los huérfanos hallan misericordia en ti”.

Ver Capítulo Copiar

36 Referencias Cruzadas  

Pero en ese momento el vidente Hanani se presentó ante Asa, rey de Judá, y le dijo: “Por haber puesto tu confianza en el rey de Aram y no haber puesto tu confianza en el Señor, tu Dios, tu oportunidad de destruir el ejército del rey de Aram ha desaparecido.

Pero tú ves la aflicción y angustia que causan. Toma esto en tus manos. Los indefensos confían en ti, pues tú defiendes a los huérfanos.

No pongan su confianza en los líderes humanos. Ellos no pueden salvarnos.

El Señor cuida de los extranjeros que habitan entre nosotros. Él cuida de las viudas y los huérfanos. Sin embargo, no deja prosperar a los malvados.

No te engañes: un caballo de guerra no puede darte la victoria, ni su increíble fuerza podrá salvarte.

Él es el padre de los huérfanos y protector de las viudas. Este es Dios, el que vive en su lugar santo.

Ustedes se avergonzarán de cómo disfrutaban de su culto pagano en medio de los árboles de roble; se avergonzarán porque eligieron los jardines de placer de los ídolos.

Ese día la gente tomará los ídolos de plata y oro que construyeron para adorar y los arrojarán a las ratas y a los murciélagos.

A través de esta experiencia la culpa de Jacob será perdonada. La eliminación de sus pecados dará sus frutos cuando tomen todas las piedras de los altares paganos y las hagan pedazos como si fueran tiza: no quedarán en pie postes de Asera ni altares de incienso.

Respondieron: “¡No! ¡Escaparemos a caballo! ¡Escaparemos en caballos rápidos!” ¡Pero los rápidos serán quienes los persigan!

Van a Egipto sin preguntarme, buscando la protección del Faraón, esperando encontrar seguridad escondida detrás de Egipto.

La tragedia se avecina para los que acuden a Egipto en busca de ayuda, dependiendo de sus caballos y confiando en todos sus carros y auriculares. No miran al Santo de Israel en busca de ayuda; no piden consejo al Señor.

Los egipcios son sólo seres humanos, ¡no son Dios! Sus caballos son sólo físicos, no espirituales. Cuando el Señor levante su mano para atacar, los que vinieron a ayudar tropezarán, y los que son ayudados caerán. Todos ellos morirán juntos.

¿Por qué no aceptas el desafío de mi amo, el rey de Asiria? Él dice: ¡Te daré dos mil caballos, si puedes encontrar suficientes jinetes para ellos!

Sin embargo, puedes dejarme a tus huérfanos porque yo los protegeré. Haz que tus viudas pongan su confianza en mí.

También derramaré sobre ti agua pura, y quedarás limpio. Te lavaré de toda tu impureza y de todos tus ídolos.

“Ya no se contaminarán con sus ídolos o imágenes repugnantes, ni con ninguno de sus pecados producto de su rebeldía. Los salvaré de todos sus pecados cuando me abandonaron, y los limpiaré. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios.

Efraín trata de guiar al viento, yendo tras el viento del este todo el día. Sus mentiras y su violencia siguen en aumento. Hicieron un tratado con Asiria, y envían el aceite de oliva a Egipto.

Ahora pecan constantemente, y se forjan ídolos de metal fundido. Todos esos ídolos fueron hábilmente forjados con plata por los artesanos. “Ofrezcan sacrificios a estos ídolos”, dice el pueblo. “Besen al ídolo con forma de becerro”.

Efraín, ¿hasta cuándo tendré que advertirte sobre la idolatría? Ya he contestado y ahora espero. Soy como el árbol siempre verde, y de mí nace tu fruto.

Haré que deje de invocar a los baales, y sus nombres no serán mencionados nunca más.

“Mi pueblo pide consejo a sus ídolos de madera y sus cetros de adivinación les dan respuestas, ya que un espíritu de prostitución los lleva a la perdición. Así, prostituyéndose, han abandonado a su Dios.

“Cuando Efraín vio cuán enfermo estaba, y Judá notó sus propias heridas, Efraín se volvió al gran rey de Asiria para pedir su ayuda; pero él no los pudo sanar ni curar sus heridas.

Efraín es como una paloma, ingenua y sin razón, que clama a Egipto y luego va a Asiria.

Este ídolo surgió de Israel y fue hecho por un artesano. ¡No es Dios! ¡El becerro de Samaria quedará hecho pedazos!

Han acudido a Asiria como un asno errante y solitario. Efarín ha contratado amantes.

Entonces el Señor mandó al pez a que vomitara a Jonás en la orilla.

Ese día, declara el Señor Todopoderoso, elminaré la idolatría de la tierra, y no habrá nunca más memoria de los ídolos. Yo quitaré a los falsos profetas y al espíritu de impureza de la tierra.

“Yo no los abandonaré como huérfanos: regresaré a ustedes.

Tu rey no debe tener grandes cantidades de caballos, ni enviar a sus hombres a Egipto para comprar más caballos, porque el Señor ha declarado: “No debes volver allí nunca más”.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos