Oseas 12:14

Versión Biblia Libre

Efraín ha hecho enojar al Señor, y el Señor los dejará sufrir las consecuencias de su derramamiento de sangre, y les pagará por su desprecio.

Referencias Cruzadas

2 Samuel 1:16

David le dijo al amalecita: “Tu muerte es culpa tuya, porque has testificado contra ti mismo al decir: ‘Yo maté al ungido del Señor’”.

Ezequiel 18:10

“¿Qué pasa si ese hombre tiene un hijo que es un delincuente violento, que mata y hace esas cosas malas que se acaban de enumerar

Ezequiel 18:13

Presta con intereses y se lucra con los préstamos. ¿Va a vivir alguien así? No, no lo hará. Porque ha hecho todas estas cosas ofensivas, morirá con seguridad, y será responsable de su propia muerte.

Ezequiel 33:5

Como oíste la trompeta pero no prestaste atención a la advertencia, entonces serás responsable de tu propia muerte. Si hubieras prestado atención a la advertencia, podrías haber salvado tu vida.

Daniel 11:18

Entonces se volverá para atacar las costas y conquistará a muchos, pero un comandante pondrá fin a su comportamiento arrogante, pagándole por ello.

Oseas 4:2

Por el contrario, solo hay maldiciones, mentiras, asesinatos, robos y adulterio. Cometen actos violentos y hay gran derramamiento de sangre.

Oseas 7:16

Se vuelven, pero no al Altísimo. Son como un arco defectuoso. Sus líderes morirán a espada por causa de sus maledicencias. Por eso serán ridiculizados en Egipto.

Miqueas 6:16

Has seguido las leyes de Omri, y has adoptado las prácticas de la casa de Ajab, siguiendo sus caminos. Así que asolaré tu nación y el pueblo que habita allí será objeto de escarnio. Tú cargarás la vergüenza de mi pueblo.

Deuteronomio 18:15

El Señor tu Dios les enviará un profeta como yo, y será de entre el mismo pueblo. Deben escucharlo.

Deuteronomio 18:18

Voy a enviarles un profeta de su pueblo. Le daré mis mensajes y les dirá todo lo que le ordene.

Deuteronomio 28:37

Lucirás comoun espanto para todas las naciones donde has sido exiliado por el Señor. Se reirán de ti y te ridiculizarán.

1 Samuel 2:30

“En consecuencia, esta es la declaración del Señor: Hice la promesa definitiva de que tu familia y la de tu padre me servirían siempre como sacerdotes. Pero ahora el Señor declara: ¡Ya no más! En cambio, honraré a los que me honran, pero trataré con desprecio a los que me desprecian.