“No se trata de que recibamos un pago en plata u oro de Saúl o de su familia”, respondieron los gabaonitas. “Además, no tenemos derecho a que nadie en Israel muera por nosotros”. “Haré lo que me pidan”, respondió David.
Si alguien tomaun trozo de piedra que pueda ser usado como arma y golpea a alguien con ella, y lo mata, esa persona es un asesino y debe ser ejecutado.
“Si alguien mata a una persona, el asesino debe ser ejecutado basándose en las pruebas aportadas por los testigos, en plural. Nadie debe ser ejecutado basándose en la evidencia dada por un solo testigo.
Tampoco se le permite aceptar el pago de una persona que huye a una ciudad santuario y le permite regresar y vivir en su propia tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.