El sacerdote Aarón subió al monte Hor como el Señor le había ordenado, y murió allí el primer día del quinto mes, en el cuadragésimo año después de que los israelitas hubieran salido de Egipto.
“Allí, en el monte que has subido, morirás y te unirás a tu pueblo en la muerte, de la misma manera que tu hermano Aarón murió en el monte Hor y se unió a su pueblo.