El comandante del ejército asirio se marchó y regresó para reunirse con el rey de Asiria, tras oír que el rey había salido de Laquis y estaba atacando Libna.
Moisés los envió a la batalla, mil de cada tribu, junto con Finees, hijo del sacerdote Eleazar. Llevó consigo los objetos sagrados del santuario y las trompetas usadas para dar señales.
Este es el registro de lo que Moisés le dijo a todos los israelitas durante su permanencia en el desierto al Este del Jordán. Estaban en el Arabá cerca de Suf, entre Parán por un lado y Tofel, Laban, Hazerot y Di-zahab por el otro.