Maten a los ancianos, a los jóvenes y a las niñas, a las mujeres y a los niños, pero no se acerquen a los que tienen la marca. Empezad por mi santuario”. Así que empezaron por matar a los ancianos que estaban delante del Templo.
También capturamos a toda su gente, ylos separamos para su destrucción a la gente de cada pueblo: hombres, mujeres y niños. No dejamos ningún sobreviviente.
Pero puedes tomar como botín a las mujeres, los niños, el ganado y todo lo demás que haya de la ciudad. Puedes tomar y usar todas las posesiones de tus enemigos que el Señor tu Dios te dé.
Así, Josué conquistó toda la tierra – la región montañosa, el Néguev, las estribaciones y las laderas- y a todos sus reyes. No dejó ni un solo sobreviviente. Mató a todos, tal como el Señor, el Dios de Israel, había ordenado.
Los israelitas sí tomaron para sí todo el botín y el ganado de estas ciudades. Pero mataron a todos los habitantes, destruyéndolos a todos para que no quedara ninguno vivo.
Ve y ataca a los amalecitas y extermínalos a todos. No perdones a nadie, sino que mata a todo hombre, mujer, niño y bebé; a todo buey, oveja, camello y asno”.