¿De qué me sirven todos sus abundantes sacrificios? pregunta el Señor. Estoy harto de sus holocaustos de los carneros y de la grasa de los animales sacrificados. No me agrada la sangre de toros, corderos y cabras.
Durante siete días presentarás ofrendas de comida al Señor. El octavo día tendrás otra reunión santa y presentarás una ofrenda al Señor. Es una reunión para la adoración. No debes hacer nada de tu trabajo habitual.
Así que yo los animo, mis hermanos y hermanas, por la compasión de Dios por ustedes, que dediquen sus cuerpos como una ofrenda viva que es santa y agradable a Dios. Esta es la manera lógica de adorar.